En una hermosa mañana primaveral (otoñal en el Corte Inglés), una gran pata (de pato) empollaba (de pollo) sus huevos (de elefante). Mientras lo hacía estaba pensando en los hijos tan guapos y fuertes que iba a tener. Y de pronto empezaron a abrirse los cascarones. A cada cabeza que asomaba, su corazón le latía mas y mas fuerte, hasta que le reventó la patata, la tuvieron de OPerar de urgencia, pero eso es otro tema, sí, la pata (de pato) tenia soplo. Los patitos que iban saliendo de sus huevos piaban a coro: "Los patitos dicen pío pío pío, cuando salen del huevo con instinto asesiino." La madre los miraba asombrada, eran todos tan guapos... Menos el último, que salió distinto, deforme, mas gordo y cuellilargo.
Los patos cada vez se iban haciendo mas grandes, menos el deforme, que cada vez estaba mas gordo y tenía el cuello mas largo. La pata madre estaba preocupada, cada vez que alguien pasaba por al lado de su deforme hijo le insultaban y le escupían en un ojo.
El pato deforme se sentía solo, y decidió irse de allí. Cogió el autobús de patos y se fue a patrollear por patolandia. Cuando se cansó decidió ver mundo, visitó China, India, Brasil, Las Vegas... Y África, donde descubrió, por fin, que no era un pato, si no una jirafa con pico y aletas. Desde entonces vivió feliz teniendo hijos verdes y haciendo posturas raras con el cuello. Fin.
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